27 de noviembre de 2008

ES UNA MUJER EFICIENTE EN SU TRABAJO


Tengo una amiga. Es una mujer eficiente en su trabajo, juiciosa en sus decisiones, y elegante, muy elegante. Su elegancia, en más de una ocasión, la ha tenido en lenguas, lenguas que excluyen en su valoración los aspectos más sólidos y relevantes de su personalidad. Hace tiempo que sé de los límites de su estética, que no son otros que la ética. A veces parece que compra caro, que propende al dispendio, pero no, simplemente se anticipa al futuro de las nuevas tecnologías, híbridas hoy, limpias mañana.
La crisis. La crisis ha salido de una Biblia sin pastas y los profetas de medio pelo auguran temibles plagas y desgracias con la esperanza de ser escuchados; eso sí, sin proponer soluciones convincentes para atajar a este problema verdadero. Y de la crisis se trataba y se trata, como se trata de los profetas de medio pelo. Resulta que mi amiga había roto con la tradición del negro institucional, un tanto señorón y fúnebre, atreviéndose con un destello gris plata. Y reparó en ello un monaguillo que se había hecho profeta a la vera de don Miguel, un cura de armas tomar. Y el monaguillo pronunció la palabra que ahora atemoriza: ¡la crisis! Y se rasgó las vestiduras reclamando austeridad contra sus males; sin embargo, su reclamación no llegó hasta la capital del reino, donde un alcalde llorón ostenta el record en la materia. En fin, cosas de los falsos profetas. Y por ahí siguen, escarbando en la calderilla, a ver si encuentran alguna pella que arrojar al rostro como reproche
Fíjate, me decía mi amiga, han reparado en lo irrelevante por el color, sin abochornare por su desconocimiento de lo sustancial, de los supuestos de presupuesto. Yo reconozco las pajas en mis ojos y no les recrimino las vigas que tienen en los suyos, aun así, siguen erre que erre. Tengo por cierto, me decía mi amiga, que a éstos les importa un bledo la solución de la crisis, éstos se esmeran, se especializan en que cunda el desánimo y todo porque creen que así obtendrán réditos electorales. Espérate a que vean su cuenta de resultados, espérate a que les pasen factura por sus errores, porque éstos se deben pensar que los españoles son imbéciles, que creen que la crisis la ha provocado Rodríguez Zapatero y que Cristóbal Montoro tiene la receta para los males económicos del mundo
Seguimos conversando, esta vez tratando de asuntos verdaderamente importantes. Los países participantes en la cumbre del G-23 sólo han puesto de manifiesto sus coincidencias en el diagnóstico de la crisis y lo que es peor: sólo se garantiza una mayor coordinación y una modesta coincidencia en tímidas intervenciones. Todo esto desprende un halo de preocupación, es como si los que tienen que decidir no supiesen qué hacer para resolver un problema que les desborda. ´Con todo y con eso, decía mi amiga, tengo al respecto una cierta esperanza fundada en Barack Obama, no por los aires de cambio que nos trae, que también, sino porque dice cosas como estas: "el pueblo estadounidense (ahora) no quiere ideología, quiere sentido común y eficacia".
Me fui para casa rumiando nuestra conversación. Hasta me soñé por la noche. Soñé que, en medio de la Cumbre del G-23, se levantaba Cristóbal Montoro, se subía "a la silla prestada por Sarkozy"y, levantando su voz de pito nasal, clamaba: "la solución pasa por ser austeros con los coches, por medidas estructurales que no me sé y por rebajas fiscales inconcretas". Cada vez que evoco este sueño me da la risa floja. Serían más graciosos si no fuesen tan patéticos

2 comentarios:

  1. Al tiempo le pedí tiempo y el tiempo tiempo me dió

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  2. EL AUTOMÓVIL DE LA VICEPRESIDENTA DE LA JUNTA DE EXTREMADURA:
    Los de negro(PARTIDO POPULAR).No pudieron soportar los destellos de su traje gris plata y apagaron el interruptor. Repararon en lo irrelevante "el color", sin abochornarse por su desconocimiento de lo sustancial "SU LUZ".

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