BOLIVIA

La historia reciente después del 2003 confirma en Bolivia el proceso de marcha imparable de los pueblos originarios, la ocupación de los primeros planos de la escena política con todos sus avances y contradicciones en el esfuerzo por crear un nuevo Estado descolonizado, reforzar las identidades, las estructuras comunitarias, por superar el colonialismo internalizado.
Las organizaciones campesinas-indígenas se sitúan en los escenarios de poder con un nuevo gobierno que ha hecho grandes esfuerzos y dado algunos pasos importantes pasos en cuanto a la inclusión y el reconocimiento de los derechos de los campesinos-indígenas, y así mismo para redistribuir la riqueza, apoyar a las comunidades, la pequeña producción y acabar con la pobreza. Quizás ha sido más difícil el avance en contra de la cultura patriarcal.
El trabajo más importante de este periodo de gobierno popular ha sido sacar adelante la nueva Constitución que será aprobada, casi con seguridad en referéndum el próximo 25 de enero. La nueva Constitución ha sido el caballo de batalla, que ha provocado el ataque más duro de las oligarquías y del imperio norteamericano. La agenda de estos ha estado marcada por ese objetivo. La nueva Constitución establece que Bolivia es un Estado conformado por muchas naciones. Se reconocen los derechos indígenas a los territorios, lenguas y culturas, y se abren espacios de poder para las comunidades originarias.
De facto, este avance se ha traducido también en la incorporación de cuadros y personas indígenas a la administración. De especial relevancia es el hecho de que se haya consolidado en la presidencia un indígena, con el que se identifica cultural, espiritual y políticamente las grandes mayorías indígenas del altiplano y buena parte también de los pueblos originarios del oriente, a pesar de sus limitaciones en el control del aparato estatal.
Las mujeres indígenas han ocupado también algunos cargos en la asamblea constituyente (su presidenta es Silvia Lazarte), en el parlamento y en el gobierno (Celina Torrico es la ministra de justicia). El camino es todavía largo.
Lo novedoso del sistema de gobierno es el control que ejercen sobre el gobierno las organizaciones sociales, y especialmente de la CSUTCB que sancionan el trabajo de las administraciones y hacen propuestas. Este control tiene sus mecanismos: las grandes decisiones de gobierno, por ejemplo, se consensúan con las organizaciones sociales, que presionan para que el gobierno cumpla su agenda. A final de cada año se realizan en Cochabamba asambleas con las principales organizaciones sociales para exigir responsabilidades a los ministros.
Las Bartolinas , la organización de mujeres de la CSUTCB siguen teniendo un papel muy importante en ese control.
A pesar de algunos intentos de los nuevos burócratas del Estado de acabar con el poder de las organizaciones de base y de adjudicarse los éxitos del nuevo gobierno, el presidente nunca ha perdido contacto con esas bases, y es consciente de a quién debe su presencia en el gobierno.
Las respuestas de las oligarquías ancladas en los modelos coloniales a las movilizaciones (masacre del Valle en 1974, frustración electoral de 1978, masacre de Todos los Santos, los bloqueos campesinos de 1979, las movilizaciones cocaleras de los 90, los bloqueos del 2000 y el alzamiento popular de 2003), se han convertido hoy en golpes de Estado de nuevo tipo (golpes cívicos), utilizando viejas estrategias, basadas en el control de sectores económicos, medios de comunicación y otras. Los conflictos graves de periodos anteriores, se han agudizado aún más, enfrentando al nuevo Estado con los grupos oligárquicos desplazados ahora del poder.
El enfrentamiento, ahora con una intervención más directa de la embajada norteamericana, se parece más a los modelos de asedio y derribo a otros gobiernos populares, a la estrategia de guerra total y de baja intensidad. Ello supone aprovechar todas las contradicciones sociales internas (autonomías), la generación de otras nuevas, el bloqueo económico a la producción y al comercio externo, el desabastecimiento, la contrainformación a través de los medios que controlan para crear descontento, para buscar enfrentamientos entre distintas corrientes del gobierno o de las organizaciones populares, pero también el uso de medios ilícitos como los intentos de asesinar al presidente y otros cargos públicos o destruir las comunicaciones y el aparato productivo.
Seguirá........
Reciben el nombre de Bartolina Sisa, esposa de Tupac Katari y participante activa junto a su marido en la dirigencia de las luchas anticoloniales del siglo XVIII.

AGC