29 de enero de 2009

RADIOGRAFÍAS DE UN PRESIDENTE ll


Si al boxeo le quedase alguna épica, de entre sus últimos nombres resplandecería el de Lucky Luciano. Aquel campeón rocoso encajaba impávido los golpes, cansaba a sus rivales hasta la exasperación, y cuando se empezaban a confiar con una victoria a los puntos, llegaba un crochet de Lucky Luciano y comenzaba el principio del fin, con su contrincante en la lona. Aunque también hubo otros campeones que salieron directamente al ataque, punteando con el directo de izquierda (Cassius Clay), rompiendo cristales. Los políticos de la vieja escuela tienen un poco de aquellos memorables campeones, encajan los golpes con una sonrisa, cansan a sus rivales y, en cuanto atisban un punto débil en su guardia, le propinan sus golpes más demoledores. En la política democrática, por fortuna, no hay golpes ni sangre ni jueces, hay palabras y urnas. Y todos los estilos son respetables.

Guillermo Fernández Vara, pertenece a una naciente categoría de políticos bastante distinta de la anterior, son los políticos del talante y el osito de peluche, dos armas letales. Produce fatiga ajena ver cómo los directos y ganchos lanzados (Rajoy vs. Zapatero) se pierden en el humo del talante, que se recompone una y otra vez. Pero no acaban ahí las desgracias de los políticos agresivos: por respuesta se encuentran un tono afable, un “yo nunca diría eso de usted”, un tacto suave de osito de peluche. Por arte de magia potagia, el que tendría que dar respuesta a los problemas se convierte en víctima y el que tendría que criticar, proponiendo alternativas, por exceso, se convierte en verdugo. A mayor ferocidad, mayor victimismo.

En las pasadas elecciones generales, en el primer debate electoral televisado, Rajoy estuvo más consistente que Zapatero; sin embargo, la embriaguez del talante predispuso y dispuso que el vencedor a los puntos había sido Zapatero. En la misma dirección y sentido, tod@s hemos visto cómo Guillermo Fernández Vara permanece impertérrito ante las invectivas que le lanza el Partido Popular desde la tribuna de oradores de la Asamblea. Y tod@s hemos visto cómo Guillermo Fernández Vara sale a la calle abrazando y besando al personal, como si fueran de su familia, queriendo y dejándose querer. Así pues, cuando un Solís u otro de sus conmilitones endurece el tono, flota en el ambiente un olor a exceso injustificado, un “pero cómo le habla así a este hombre que es tan bueno”, que diría mi tía Inés.

Aquí y ahora, se acabó la épica pugilística. Ha comenzado el tiempo de la política 2.0, de la versatilidad incorpórea del talante. De los mansos será la tierra.

Simón Gostogarai

4 comentarios:

  1. Si he hecho descubrimientos invaluables ha sido más por tener paciencia que cualquier otro talento.
    Isaac Newton. Matemático y físico británico

    Suscribo estas palabras y creo que muestran una de las virtudes de Guillermo. Aunque soy de la opinión de que en momentos determinados la acción también es necesaria.

    Ru

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  2. Hola amig@s del Blog de Feluky:

    Simón, el post buenísimo y acertadísimo el análisis; además la guinda final que has colocado es insuperable:
    "Aquí y ahora, se acabó la épica pugilística. Ha comenzado el tiempo de la política 2.0, de la versatilidad incorpórea del talante. De los mansos será la tierra".

    La grandeza de Guillermo es su estilo político, el estar cerca para sentirnos cerca, el saberte -como ciudadano- escuchado, no sólo oído.

    Ahora la gran tarea es que su forma de ser impregne al conjunto del partido y de las administraciones públicas que se gobiernen desde el PSOE. Es el tiempo de hacer ver la certeza de aquél lema que decía: Otra forma de ser, otra forma de gobernar.

    La ciudadanía cada día es más exigente, quiere responsables políticos e institucionales que sean cercanos y que atiendan con la rapidez y eficacia que lo hace Guillermo. Si una opción política progresista como el PSOE se queda en ser simple gestor de lo existente, termina como el PP; en la oposición.

    Hay que empezar a cambiar el fondo y la forma para seguir siendo coherente con los principios. Como esta semana le decía a Guillermo en su blog, citando a George Berkeley, que ser es ser percibido. No basta ser honestos y eficaces, sino parecerlo. Parecer muy, muy eficades, cercanos y honestos.

    Como ejemplo sirvan los cambios en las web de los ministerios que está impulsando ZP, en la del MEC se resalta el enlace "ESCRIBA A LA MINISTRA", con fotografía de ella y todo. Otro ejemplo de cercanía.

    En Extremadura ¿cuantos responsables políticos e institucionales siguen el ejemplo de Guillermo?, ¿cuantos tienen un blog en el que decir libremente lo que piensas?, ¿cuantos responden a los correos-e de los ciudadanos personalmente?, ¿cuantos se reúnen con los ciudadanos y cuentan con ellos?. Esta es la grandeza de la forma de ser de Guillermo.

    Como decía ZP en el programa de TVE "Tengo una pregunta para Usted": Guillermo es un gran presidente.

    La política 2.0 es la política del presente, igual que la de los mítines fue la del pasado. Cada una requiere personalidades singulares y específicas.

    Recibid un fuerte abrazote amig@s del Blog de Feluky.

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  3. Hola de nuevo amig@s del Blog de Feluky:

    Os dejo un párrafo de un buen análisis, a ver si sabéis quién es su autor:

    "Después de lo que está pasando, en este año, con la crisis económica, ¿alguien piensa que las cosas volverán a ser como siempre?; ¿se cree, de verdad, que las dudas que nos asaltan son sólo sobre la fecha en que volveremos a remontar la situación y no sobre la situación en la que estuvimos y ya no volveremos a recuperar? Por ejemplo, la información ha cambiado a lo largo de la historia, yendo del todos para uno, al uno para todos y al todos para todos".

    El autor del certero análisis que encierra este párrafo es nuestro querido amigo y compañero Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

    Recibid un muy fuerte abrazo amig@s de este que se suscribe al todos para todos de una forma incondicional.

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  4. Una buena definición. Falta algo, y es que es real, no es una característica para hacer política. Es consustancial a su persona, es que él es así, por tanto, le sale natural.

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