EL CONSEJERO DE GUARDIA

Los síntomas ya habían sido apreciados y se tiene un diagnóstico de urgencias; no obstante lo anterior, existen dudas razonables sobre el tratamiento más conveniente y se temen efectos secundarios indeseados.
El PP remozado de Monago está paseando sus santos en procesión por nuestra Extremadura. Por aquí y por allá escuchan problemas y sugerencias, elevándolas a iniciativas parlamentarias. Hasta se llevan a la Asamblea a sus propios hinchas para que comprueben que se han tomado en serio sus opiniones. Y para que los animen, que así se nota menos su minoría.
Tanto el órgano unipersonal (Secretario General-Presidente) como los órganos colegiados (Ejecutiva Regional, Gobierno, Grupo Parlamentario) del PSOE, albergan un cierto temor, medido, proporcionado, por si este proceder del PP se extendiese a colectivos más amplios.
Vayamos por partes. De momento, el PP está utilizando, entre otras, esta forma de trabajo para consolidar el liderazgo de Monago y su nueva dirección política. Monago sabe que el PP extremeño es mayoritariamente urbano y es ese PP urbano el que le ha aupado a la Presidencia Regional; por consiguiente, bien poco puede hacer en las ciudades, controladas por los barones de su partido. Sin embargo, el PP extremeño tiene un déficit rural alarmante. Es en los pueblos donde radican sus inapelables derrotas electorales. Y el PP extremeño, urbano, no se ha esforzado (salvo el fallecido Ángel Carlos Bernáldez) en bajar a los pueblos para vertebrarse. No, Monago y los miembros de su Junta Directiva no van a los pueblos para vertebrar a su partido, van a reunirse, ha congraciarse con su infantería rural, dispersa, pero suficiente para ir consolidando una nueva mayoría. O sea, que esta actividad tiene como propósito principal el consumo interno. La manifestación exterior, la sintomatología, pues, se presta a equívocos. Otra cosa es que, de esta iniciativa del PP extremeño, se deriven problemas nuevos para el PSOE. No todo son ni serán iniciativas parlamentarias, también empezaran a tener contenidos nuevos en sus ruedas de prensa, o sus intervenciones en la Asamblea se nutrirán con nuevos e inesperados argumentos. Hasta puede que se enteren de algún escandalillo para utilizarlo como as en la manga. Y las Europeas están a la vuelta de la esquina.
No es lo mismo sacar en procesión a los obispos que a los monaguillos. Un Consejero de guardia rotatoria de fin de semana. Bueno, dos, uno por cada provincia. Y acompañado por un Director General y un Secretario General Técnico, de otras Consejerías, porque así lo requiere la naturaleza poliédrica del intercambio de información y porque va en el sueldo. Que a la confianza depositada en el nombramiento hay que responder con eficacia, esfuerzo y sacrificio. Esta avanzadilla debería complementarse con un par de Parlamentarios, que a su vez tuviesen la condición de miembros de la Comisión Ejecutiva Regional o de la Comisión Ejecutiva Provincial correspondiente. Órganos Ejecutivos, Legislativos y Políticos trabajando de forma coordinada, como debería ser, sacándole provecho a una considerable militancia dispuesta defender, por ejemplo, las medidas que la Junta de Extremadura ha puesto en marcha para amortiguar los efectos de la crisis. O poniendo en forma a la plantilla para afrontar el reto europeo.Tomando la iniciativa, en cualquier caso. Abundando en la propuesta: no se va por invitación, se va cumpliendo una planificación, por pueblos, por comarcas, por militantes, por colectivos o por lo que se estime más conveniente. Tampoco estaría de más que la Ejecutivas Provinciales desarrollasen un sistema de alertas locales o comarcales para saber por dónde andan, con quién y de qué tratan los monaguillos. Así se neutralizaría buena parte del factor sorpresa.
-Cariño, había pensado que este fin de semana nos podíamos ir a Isla Cristina
-No puedo, me toca guardia, soy el Consejero de Guardia.
-Jolín con la política
-El esfuerzo va en el sueldo...Y es una obligación moral