Vivimos una etapa de enormes transformaciones económicas, políticas y sociales. Estamos alumbrando una nueva sociedad, caracterizada por la globalización económica, la individualidad, la internacionalización, la igualdad de género, la diversidad. Son cambios tan rápidos y al mismo tiempo tan profundos que provocan una mezcla de expectación e incertidumbre en la ciudadanía. Ante esta situación, la política ha optado, en esencia, por dos aproximaciones.
Una política conservadora tiende a negar esos cambios, incluso a combatirlos, tiende a plantear dilemas maniqueos, simplificando los debates y huyendo de la reflexión, buscando volver a un pasado que se idealiza. Un pasado donde los valores de la sociedad patriarcal, religiosa, racialmente homogénea, con una clase trabajadora dispuesta a sacrificar derechos sociales y laborales, con un ejercicio autoritario del poder, donde todo debe ser como ha sido siempre, se convierten en el paradigma a recuperar en estos tiempos inciertos. Un modelo de sociedad cuyo horizonte vital es el éxito inmediato, a cualquier precio, obviando la perspectiva del medio y largo plazo que hoy, más que nunca, es fundamental considerar personal y colectivamente. Estas fuerzas políticas miran al pasado con añoranza: buscan reencontrarse con él.
El pensamiento progresista y, en especial, el pensamiento socialista se centra en liderar los cambios. De lo que se trata es de gobernar la nueva sociedad, con nuevas políticas, nuevas ideas y modernas instituciones orientadas a la gestión y atención especializada, para aprovechar las oportunidades que ofrece y minimizar los problemas que genera. El Partido Socialista lleva muchos años trabajando en y liderando este enfoque político, siempre a la vanguardia, intentando transformar la sociedad en beneficio de la ciudadanía y, sobre todo, de los que menos tienen. El PSOE del siglo XXI ha de seguir esta senda. Ha de ser esa fuerza política transformadora que lidere los profundos cambios que nos han tocado vivir. Somos personas progresistas, modernas, tolerantes, innovadoras; en definitiva, de izquierdas. No nos asusta la evolución de la sociedad porque entendemos la misma como una oportunidad, no como un problema. Pero esa evolución se ha de dirigir y gestionar eficazmente y con valentía desde los poderes públicos para que el progreso económico y social que supone llegue a todos por igual, para que en esta nueva sociedad que estamos construyendo haya más igualdad, más solidaridad, más democracia, más confianza en la ciudadanía, más gobernanza global sin olvidar el gobierno local y mejor convivencia. Todo ello a través de una mejor Administración con especial atención a los gobiernos y las administraciones locales.
37 Congreso Federal del PSOE.
Los últimos resultados electorales del Psoe son consecuencia que haberse tomado un gran Kit Kat en relación a los textos congresuales, esto es haber hecho lo que dicta la lógica conservadora en vez de la lógica progresista. Un abrazote amigo.
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