Hoy viene la Consejera de Sanidad…(Lunes 18 de mayo)

Para mí querida Consejera de Sanidad Mª Jesús:
Me dicen que viene a Plasencia a visitar las obras del Hospital y que por la tarde concede a los militantes una reunión. Yo soy militante (sector cabreado) y como soy trabajador del sistema, esa tarde tengo turno, por lo que no podré asistir a esa reunión. No obsta para que quiera dejar mi opinión, aunque puede que no interese, sobre un par de cosillas del sistema.
Para empezar, me han sorprendido muchísimo las declaraciones que hizo hace unos meses sobre las listas de espera. Parece que se cumplen escrupulosamente los plazos legales para las intervenciones, pero yo tengo noticia de esto no es cierto, pues hay en el área personas con nombre y apellidos que han superado con creces el tiempo de espera sin ser OPERADOS.
Han sido llamados, contactados, advertidos, avisados, telefoneados, casi abducidos… pero no OPERADOS. Parece, y espero que solo sea en esta gerencia, que hay unos cuantos profesionales reputados y respetados, que se encarguen, según alguna directriz de la administración presente o pasada de mantener el orden vigente sin hacer nada por el paciente.
En claro: XXX (Tiene nombre y apellidos, puedo facilitar el teléfono si tenéis dudas, y conozco a muchos más) es un paciente que permanece en lista de espera desde febrero de 2008 para ser operado de próstata, con sonda vesical permanente (molesto ¿eh?) Que intercambia cada tres semanas (más molesto aún…). Cuando está a punto de cumplirse el tiempo previsto en la ley de plazos, recibe una amable llamada de uno de esos amables y reputados profesionales antes citados que le ofrece la posibilidad de ser operado en una clínica privada de Cáceres o Badajoz, y XXX, que cree en la sanidad pública, que para eso y para otras cosas peleó toda su vida desde el ideario del Partido Socialista, que paga sus impuestos cuasi religiosamente para ser atendido en un Hospital Público cerca de su casa, que tiene familia, esposa, hijos, nietos, a los que no quiere someter a malas noches y viajes innecesarios, que no conoce al médico que le operaría y como es lógico, le produce mucho respeto ponerse en manos de desconocidos a un nivel tan comprometido, no quiere acudir Y así lo manifiesta… Y entonces viene lo bueno: Ese magnífico profesional que le llamó por teléfono le explica que según la “directiva tal”, de obligado cumplimiento en esta gerencia, al ofrecérsele la oportunidad de ser operado (dondequiera, qué más da) y negarse él a ir y por tanto a ser intervenido, ha de pasar al final de la lista ya que se ha negado a intervenirse (como si fuera cosa suya) y deberá esperar otra vez el plazo legal establecido. Será llamado de nuevo, ofrecido de nuevo aquello que no quiso y de nuevo si continúa negándose (qué obstinado), colocado al final de la lista, que nosotros cumplimos, caballero.
Y van pasando los meses, y no aparece en la lista de espera, y hay cobertura legal, y las listas de espera están controladas, que nosotros cumplimos, caballero.
Y lo mejor, este sistema de llamadas y poner al final de la lista, no es nuevo, lo inventó el Partido Popular en tiempos del INSALUD (¡aplausos!) Para engañarnos a todos.
Para continuar, esto podría tener sus raíces en que nos encontramos en una situación de crisis económica a nivel mundial, pero el área de Plasencia parte de una desventaja grande:
Nuestro querido Gerente lleva trabajando el área como si la gran crisis partiera de las transferencias sanitarias, que recuerdo a todos aumentaron los presupuestos sanitarios por persona y año en Extremadura una barbaridad con respecto al INSALUD, motivado por la idea de que maneja dineros públicos y se puede y se debe ser más eficiente (Escuela de Gerencia).
Esto ha dado como resultado sus “buenas cifras de gestión”, “las mejores de todo el SES”. El resultado es que se es más eficiente pero no más eficaz, pues el personal del área de Plasencia está por debajo de la media del resto de las áreas, según parece “porque no hace falta más para lo que se hace” (léase con un cierto desprecio), pero la realidad es que para conseguir estas economías en materia de personal, hay plazas vacantes (interinidades) sin cubrir, para así disponer del dinero de las mismas y pagar las sustituciones que hacen falta (Vacaciones, absentismo, días de libre disposición de los trabajadores…) Esto, que podría parecer “buena gestión” encierra un problema que parece que nadie se ha planteado:
Se tienen la responsabilidad de procurar asistencia sanitaria de calidad a los ciudadanos del área que se administra y ha de hacerse en igualdad de condiciones que en las demás áreas, es decir, no se puede dar peor calidad asistencial en unas áreas que en otras para tener, no se puede supeditar la calidad en la asistencia sanitaria a la zona en la que vive un ciudadano convirtiéndolo en ciudadano de primera, segunda o tercera según viva en Mérida, Coria o Plasencia, ni se debe tratar a los trabajadores de la misma empresa, el SES en nuestro caso de maneras tan claramente diferenciadas según trabaje en Badajoz, Navalmoral o Hervás.
Las sensaciones que produce esta situación ha conducido a una manifiesta y muy desagradable desmotivación del personal que trabaja para el SES en el área de Plasencia.
Como dice Serrat “El entusiasmo puede en ocasiones obnubilar la inteligencia, pero así como las frustraciones no merman sino acrecientan a la última, el primero desaparecerá con la más mínima lacra”.
Para pensar…

Un abrazote del doctor Bacterio.