LIBERTAD DE EXPRESIÓN =AMARILLISMO = SECTARISMO POLÍTICO

Libertad de expresión: el derecho fundamental que todos tenemos a decir lo que pensamos, creemos justo y correcto.

Amarillismo: sensacionalismo o tendencia a presentar los aspectos más llamativos de una noticia o de un suceso para producir gran sensación o emoción.

Sectarismo político: bajo la capa de la libertad de expresión, utilizar el amarillismo en prensa, para defender una línea editorial afín a uno u otro partido político.

Según estas definiciones, se puede hacer una clara distinción entre “periodismo de investigación” y el “periodismo amarillo”. El primero, intenta mostrar la realidad en toda su evidencia y crudeza, para que ningún tema oscuro de los diversos poderes queden escondidos, pero respetando el dato y el tono. Al contrario que el segundo, que narra la realidad, de una manera agresiva, espectacular y tensionada, jugando con las reacciones del lector, olvidando cualquier parámetro ético que controle el texto.

En España, ¿cuál es el panorama? Desde que grandes editoriales, como El Mundo, creador de un nuevo estilo de hacer periodismo en nuestro país, se inclinara mas hacia el periodismo de opinión, muy discutible, que al de meramente información, el resto de diarios como El País o el Abc, que se habían destacado por un periodismo mas limpio, han cedido parcelas de su seriedad para no dejarse comer terreno.

Progresivamente, la prensa española, y también la mundial, ha permitido que este “periodismo amarillo” estuviera cada vez mas presente. Siendo palpable la mezcla de la información objetiva con la opinión, de tal manera que el lector se encuentre con un texto novelado, mucho mas agradable, pero en el que se hace imposible distinguir lo sucedido de lo comentado por el periodista como cosecha propia.

Se puede llagar a la conclusión de que la prensa escrita, hoy por hoy, es el instrumento mediático de mayor incidencia en la formación de las opiniones de los lectores, incluso más que las reacciones inmediatas ante la misma información, pero proveniente de la televisión, que es más llamativo, pero menos incisivo que leído en prensa. Y es aquí cuando, dependiendo de la opinión del narrador/periodista, aparece el sectarismo político en prensa. Un mismo dato, hecho político leído en diarios diferentes, no son tratados de igual manera, dependerá de la afinidad política del periódico. Ejemplo claro, cómo fue tratado el 11-M por el diario El Mundo.

Saludos, CANTAMORA.