MÁS SOBRE LA CRISIS

Estamos viviendo y sufriendo las consecuencias del fracaso de un sistema socio-económico (aunque tal vez sea más acertado decir que “estamos viviendo otra vez”, pues no debemos olvidar que allá por los primeros años del pasado siglo XX el mundo padeció otra situación económica similar, también con la misma procedencia geográfica) y se está cometiendo el grave error de no erradicarlo cortando la raíz del mismo.

Sucedió lo mismo en el pasado. Pero, por lo que parece, o los políticos del mundo no pueden, no saben, o no quieren hacer lo necesario para que no ocurra de nuevo en el futuro. El Liberalismo Capitalista, con su continua voracidad, hace que una vez más, las estructuras sociales se tambaleen.

Es cierto que los Gobiernos tienen la obligación de gobernar y adoptar las medidas necesarias para hacer frente a la crisis económica que estamos padeciendo; que tal vez algunas medidas deberían haberse tomado hace algún tiempo. Pero no es menos cierto que todos tenemos la obligación de contribuir con nuestro esfuerzo a que los gobiernos puedan hacer frente a la crisis.

No es el momento del “yo”, ni del “ahora”; es el momento de mirar hacia el futuro, hacia nuestros hijos y nietos, y pensar en que tipo de sociedad queremos que vivan ellos.

Es obvio: LOS CAMBIOS SON IMPRESCINDIBLES. Pero, una vez más, las llamadas fuerzas políticas de espíritu conservador –o lo que es lo mismo, la derecha de toda la vida- quiere que se cambien las cosas…pero para que sigan igual.

Que sean los mismos de siempre los que tengan que pagar los “juegos” financieros de los grandes lobbys: los más humildes, los más necesitados, los de siempre, los trabajadores.

La derecha española utiliza la crisis como una forma clara de erosionar al Gobierno de Zapatero. Con lo cual demuestra que sigue sin entender que su desmedida campaña es innecesaria, pues la mayoría de los gobiernos están afectados por la crisis y todos, están en la cuerda floja electoral por causa de la misma.

Y si la oposición mayoritaria no une sus esfuerzos a los de sus contrarios ideológicos en el poder para salir de la crisis, para que el país se resienta menos y para que los logros sociales no se pierdan, es por una sencilla razón: Son parte del problema.

El Partido Popular y Rajoy a la cabeza, hace el juego de creer que a los ciudadanos nos engañan con su “estamos dispuesto a dar nuestro apoyo”, cuando la única verdad es que quieren que se admitan sus ideas políticas -como si fueran ellos quienes estuvieran gobernando- para que las grandes empresas y los grandes capitales salgan beneficiados de una situación que en su mayor parte ellos han creado.

Estas cosas son las responsables de que la mayoría de los ciudadanos –según dice una de las últimas encuestas realizadas- se sientan tan alejados de la política y de los políticos.

Pero no nos engañemos: Al “Gran Capital”, salvo honrosas excepciones, les da lo mismo un régimen dictatorial que un régimen democrático, ellos siempre serán parte del poder.

Esta es una de las grandes diferencias que existen entre las ideas progresistas de una izquierda moderna y las conservadoras de una derecha retrograda, que se quiere enmascarar bajo el disfraz que supone el nombre de una Democracia-Cristiana.

PANTA.