Un futuro mejor de Extremadura

Esta región ha experimentado grandes mejoras en las últimas tres o cuatro décadas, que le han permitido pasar del s. XIX al XXI sin solución de continuidad y aún así, continua en la última posición en PIB per cápita del país (16.301 euros, prácticamente la mitad que el País Vasco) Con otro gran problema añadido, como es el demográfico, desde la UEX se nos alerta, que la población rural desaparece y se desplaza a “islas de población en medio del desierto” (Cáceres, Badajoz, Mérida, Plasencia, Vva-Don Benito, etc.) lo que unido a su despoblamiento histórico, pone en riesgo y encarece sobremanera los servicios básicos en las zonas rurales –la mayoría del territorio- y las posibilidades para encontrar futuro para La juventud de los pueblos. Un indicador de esta realidad es que junto a Galicia, Asturias y Castilla-León, Extremadura sufre este año una disminución del 14% en el nº de alumnos en enseñanzas no universitarias –niños y adolescentes- mientras Navarra, Cataluña, Baleares o Madrid crecen justamente por encima del 14% (¡casi 30 puntos de diferencia!).

Por todo ello, el futuro de la región pasa por mejorar su economía y por mantener un equilibrio razonable entre la población de las zonas rurales y urbanas, para lo cual, se ha de trabajar, entre otros, en los ámbitos que comentaré a continuación, entendiendo que no representan soluciones sencillas, ni de un día para otro.

Es fácil observar que el hilo conductor de mis razonamientos serán dos ideas centrales:

-La situación no admite contemplaciones, por lo que es preciso actuar con decisión.

-Se necesitan más ingresos exteriores.

Propongo algunas líneas de trabajo para la mejora

-Energía y agua.- La región es rica en electricidad y agua y ello debería dejar más riqueza directa. La central de Almaraz –una de las más eficientes de Europa-, las hidroeléctricas de nuestros embalses y el resto de centrales similares del país, se terminaron de amortizar con los discutibles 12.000 millones de euros que en concepto de Costes de Transición a la Competencia que se embolsaron, vía factura eléctrica, entre 1998 y 2006, por lo que les cuesta producir electricidad a razón de 18 euros el MWh la nuclear y de 3 euros la hidroeléctrica –según la CNE-, cuando la venden a unos 43 euros en el mercado mayorista (es inexplicable pero cierto) lo cual implica que existe un margen enorme para que sus empresas propietarias “aumenten sustancialmente” su contribución a la economía regional. Por otro lado, se ha de trabajar por recibir contraprestaciones nacionales por el exceso de producción eléctrica y por ser un sumidero de CO2.

-Respecto a las renovables, se debe facilitar su implantación, pero vinculando las autorizaciones a la contratación de personal y al traslado a la región de fábricas y centros de investigación de las empresas adjudicatarias. A la vez, se debe ofrecer una amplia gama de cursos de formación en los institutos de la región, que permitan a los jóvenes que lo deseen iniciar esa vía profesional y la vez, desarrollar iniciativas públicas en las tecnologías que ya están maduras, de las cuales la principal es la energía solar para obtención de agua caliente. Una línea de créditos blandos e incentivos que generalicen su implantación.

-Por finalizar este apartado con el agua, comentar que se han de mejorar los sistemas de irrigación, penalizando su obsolescencia y premiando la modernización de instalaciones y se ha de utilizar el agua para generar riqueza en el contexto del ocio: navegación, pesca, etc. es decir, instalaciones, publicidad y empresas en todos los embalses que atraigan un turismo específico, que pueda alojarse, comer y disfrutar de actividades diversas. En el siguiente apartado, continúo con esta línea, aunque sugiero que se mire a Pirineos y Asturias, paraísos naturales que están sabiendo conjugar desarrollo, agua y naturaleza.

-Ordenación del territorio, protección medioambiental y suelo.- El 27% del territorio está protegido, entre otras por 70 ZEPA´s lo que la convierte en la comunidad europea con más superficie protegida y camino de convertirse en la Kenia europea, esto es, un paraíso para quien va de paso y un infierno para sus habitantes, encorsetados en una maraña de restricciones legales de todo tipo que impiden el desarrollo económico. Informes recientes de la UEX vinculan el descenso demográfico en estas zonas con las dificultades para mantener las actividades económicas tradicionales y ponen en duda su validez para la defensa de las aves, que han de desplazarse a otras zonas en busca de alimento.

En relación con este problema se encuentra el del uso del suelo, pues sólo el 0,7% de la superficie de la región es de naturaleza urbana, mientras que la media en el país es del 2,2% y en Europa del 5,6% (ocho veces más). Mi propuesta es justamente la racionalización de ambas normativas y el fomento de la construcción de núcleos de segundas residencias en plena naturaleza que atraigan a familias de toda Europa que ahora dirigen sus inversiones a otras zonas. Esta medida, por sí sola, sería un revulsivo para cientos de pueblos de toda la región, en los que paralelamente, surgirían empresas de ocio diversas: senderismo, caza, pesca, náutica, descenso de ríos, avistamiento de aves, etc.

-Industria y conocimiento.- Se debe facilitar la creación de empresas y atraer a la región, mediante incentivos en suelo, administrativos y de otros tipos, a empresas de fuera. Para ello se deben crear polígonos industriales a lo largo de las principales arterias de comunicación –sobre todo A-V y vía de la Plata- (se puede relacionar con las renovables y la energía poniendo condiciones de este tipo al conceder las autorizaciones). Especialmente interesante sería la creación de parques empresariales temáticos que se convirtiesen en referencia es sus áreas. Así, imagino un parque con todo tipo de empresas solares, otro asociado a las TIC, otro en el ámbito de los nuevos materiales, alimentación, etc.

-Cultura de la calidad.- Crear más con los mismos costes y de mejor calidad. Empezando por la administración regional, que debe prestar mejores servicios con menos recursos. Ello es posible implantando programas de calidad, con objetivos bien definidos, plazos e indicadores de evaluación. Incentivos para los que trabajan mejor y penalización para los otros. En la cultura de la calidad, el cliente -el ciudadano- es consultado sobre su grado de satisfacción continuamente y la administración ha de tomar conciencia respecto a su sentido, que no es otro que facilitar la vida a las personas.

Podría extenderme más y más y si esto despertase algún interés, se podría hacer, pero no quiero finalizar sin dar mi opinión respecto a algunas de las controversias actuales:

-Estoy a favor de la refinería si deja riqueza neta en la comarca y cumple escrupulosamente los requisitos de seguridad e impacto ambiental.

-Estoy a favor de las prorrogas –en su momento- a Almaraz si cumple con los requisitos de seguridad y aumenta su contribución, como he mencionado, a la riqueza comarcal y regional.

-Estoy a favor del ATC si deja riqueza neta en la comarca... aunque no vendrá. Otra cosa es que se hubiese pedido institucionalmente en su día.

-Estoy a favor de la regularización de las casas de campo existentes, si es resoluble el problema de las aguas sucias y limpias y si no están construidas en dominio público o impactan seriamente en el entorno, con condiciones, asumiendo los costes sus propietarios y contribuyendo a la riqueza de los municipios.

- Estoy a favor de las instalaciones de ocio “impopulares” como los campos de golf y otras que exijan agua, siempre que cada litro utilizado en ellas, sea más rentable que, por ejemplo, regar un arrozal con tecnología de hace dos milenios.

Estas son algunas pinceladas, tal vez desordenadas, que creo habrían de darse para el inaplazable desarrollo económico de la región.

El futuro de esta tierra puede depender de ello.

Saludos

“La energía mas limpia es la que no se consume”

Helios