ESTRATEGIA MILITAR

España fue objeto de debate en la campaña electoral norteamericana. No es que Obama sintiese una especial simpatía por España, es que, tanto él como su vicepresidente Biden, quisieron resaltar los bochornosos desconocimientos de McCain-Pallin, tanto geográficos como estratégicos. Así las cosas, el PSOE mandó una delegación, encabezada por López Aguilar, para entrevistarse con el comité de campaña de Obama, mostrándole su apoyo explícito. Muy felices se las prometía Zapatero con estos precedentes. Ya se veía siendo recibido en la Casa Blanca, dejando para el PP solito “la herencia” de Bush. Y todo parecía encarrilado tras la reunión entre Moratinos y Hillary Clinton, donde se reconocieron como aliados y decidieron llamarse por su nombre de pila. Pero ahí estaba la crisis. La crisis tiene saturada la agenda de Obama, por consiguiente, la escenificación de esa cordialidad Obama-Zapatero, quedó pospuesta sine die. Es más (y peor), para tratar de tú a tú los asuntos de la crisis, Obama prefirió como interlocutores de la Unión Europea a Merkel (Alemania), Brown (Reino Unido) y Sarcozy (Francia), en detrimento de Durao Barroso y Zapatero. Ahora, que la crisis muerde con toda su crudeza en España, Zapatero está más necesitado que nunca de espaldarazos internacionales, del G-20 y de Obama, mayormente.
Por sorpresa, Carme Chacón se presenta en Kosovo, anunciando la retirada de las tropas españolas allí destacadas. La OTAN se da por enterada, admite el hecho a regañadientes y muestra un medido malestar. Hasta el mismísimo Moratinos no sale de su perplejidad y algún malestar interno en el seno del Gobierno se filtra al exterior. Pero los norteamericanos tienen excelentes analistas, expertos que son consultados, a veces, y a veces consiguen enmendar la zafiedad de sus gobernantes. ¿Qué nos está queriendo decir Zapatero con este gesto?, he ahí la cuestión. Porque Zapatero es de armas tomar y ya lo demostró retirando la tropas españolas de Irak, sin descomponer el gesto. Presidente, como Catedrático de Geoestrategia por la universidad de Harvard, estoy en condiciones de afirmar que Zapatero le está lanzando un mensaje: aliado sí, pero que se vea y se diga alto y claro, porque de ninguneos nada, monada.
Las agendas de Obama y Biden, como consecuencia de la crisis, en efecto, están apretadas; no obstante, Biden, en Chile, donde coincidió con Zapatero, le hizo un hueco (imprevisto) en su agenda para tratar en privado, un hueco tan grande que fue la reunión más larga de las que mantuvo. De esa reunión salió el compromiso de que Obama recibiría a Zapatero, próximamente, en la reunión de Praga. Mensaje recibido: los españoles se van de Kosovo y mañana no incrementarán sus efectivos en Afganistán, si no hay gestos de amistad bien visibles.
Los Zapateristas (El País, SER-Cuatro y Público-La Sexta) nada dicen al respecto porque perjudicarían a Zapatero, ya que Obama nunca se reunirían con Zapatero con la sombra de un chantaje político-militar al fondo. Los conservadores (ABC, La Razón, COPE, Intereconomía, etcétera) han preferido rasgarse las vestiduras, calificando el hecho de “patético”, porque reconocer la verdad sería reconocerle una gran astucia a Zapatero, y no están por la labor. Pero, para eso está Feluky Circle, para contar lo que vemos tras las apariencias. Por lo que a mí respecta, Zapatero me ha demostrado una inteligencia, una sutileza y un atrevimiento que me complace.