EL GRAZNIDO DE LOS CUERVOS

“Siempre que pasa algo sucede igual”, decía un amigo mío en tiempos ya lejanos. Nunca supe a que se refería cuando mencionaba dicha sentencia. Pero lo cierto es que ahora, al cabo del tiempo, me doy cuenta de lo acertado de la misma y, además, que no es solo de aplicación “allende los mares”. Se puede aplicar en cualquier lugar del mundo.
Estamos viviendo una catástrofe financiera a nivel mundial que afecta, como no podía ser de otra manera, a las distintas escalas sociales de las naciones. Ante la magnitud del hecho, los Estados intentan ponerse de acuerdo en la forma de atacar el problema y las prioridades a las que hacer frente. En el caso de España las prioridades son las necesidades básicas de los más necesitados. Y, como no podía ser de otra manera, ZP pone en marcha un plan de emergencia. Pero es entonces cuando sucede lo mismo que siempre: El cuervo Aznar lanza al aire su graznido, siempre desagradable y, también como siempre, desacertado. Ahora grazna sobre “lo mal” que lo está haciendo ZP “por ayudar a los que están padeciendo el fracaso de un sistema y no hacerlo, en primer lugar, con los que son los responsables del problema. Sin comentario.
En estos tiempos, cuando la mayoría de los países abogan por un estado democrático y vemos como es una realidad aquello de que “la democracias es el menos malo de los sistemas”, gracias a lo cual en España se están logrando avances en los derechos de la ciudadanía que nunca en su historia habían tenido los españoles, El cuervo de Rouco Varela lanza al aire su graznido, para lo cual no se le ocurre otra cosa que decir que “el aborto parece reducir la democracia”; que “la Iglesia no se mete en política”, y otras lindezas por el estilo. Esta claro que para él Democracia es mantener a los ciudadanos dentro del puño del miedo, a la hoguera, al infierno (ese de fuego y eterno sufrimiento). Está visto la democracia que le gusta es la que, por ejemplo, en los años 1970 permitió que se lucrara con lo que se denominó como uno de los robos más importantes en la historia de las finanzas de la República de Italia. El asunto consistió en vender un derivado del petróleo que se utilizaba para la calefacción central de los edificios y como combustible para los camiones. Los beneficios, según datos que se aportaron por el abogado y periodista Carmine Mino Pecorelli......... Ascendieron a más de 9.500 millones de dólares, de los de la época. Un pastón, que diría un castizo. En el affaire estaban implicados el IOR (al que se puede denominar como el banco más secreto del mundo y que nunca presenta públicamente ningún tipo de estado de cuenta, ni información alguna). Esa es la democracia que la Iglesia Católica quiere. Que todo le sea permitido. Que sea ella la que imponga sus propias leyes. La Constitución española les importa un bledo. Según el cuervo Rouco Varela en otro de su graznido, la Ley no se aplica, “se impone con la Ley”. ¿Hasta cuando dejaremos que graznen estos cuervos?

JRD