Guillermo en el Foro de la Nueva Economía (o de cómo un extremeño conquista Madrid)

El pasado miércoles tuvimos a nuestro Presidente Autonómico en Madrid. Estaba invitado a una Conferencia-almuerzo del Foro de la Nueva Economía, aunque también pudimos verlo en los Desayunos de RTVE y en CNN+.

Guillermo es un hombre que en el resto de España despierta curiosidad. El boca a boca funciona a las mil maravillas y todo el mundo quiere escuchar a “ese que ha sucedido a Ibarra y del que me han hablado tan bien”, de ahí que se necesitasen dos salones para acoger a todos los que allí estábamos. Y eso que esta vez no hubo un desembarco de compañeros y compañeras de nuestro Parlamento Autonómico tan grande como en anteriores ocasiones. Allí tuvimos ministros, políticos, empresarios, periodistas de reconocido prestigio, gente de la banca…una amalgama heterogénea de personas dispuestas a escuchar el análisis de Guillermo.

Entrando propiamente en el discurso, Guillermo lo inició con una pequeña broma deportiva sobre el Real Madrid ( qué lejos estaba de saber la debacle merengue de esa misma noche!) y en seguida entró “en harina”. El discurso lo estructuró de manera muy clara, comenzó diciendo que había para hacer un análisis claro hay que ir de lo local a lo global y de lo global a lo local, que todo es interdependiente. Por eso empezó hablando de la situación mundial. Destacó que el defendía la economía de mercado, pero que no se podían repetir los vicios del pasado. “O la política controla a la economía, o la economía controlará a la política” fue la frase que mejor definió su visión global de la situación, señalando que la solución será muy difícil si no cambia algo del “status quo” actual.

Luego pasó a hablar de Europa. “Europa fue una esperanza para todos nosotros y hay que trabajar para que no acabe en una frustración”, fue la frase en la que plasmó su preocupación por buscar una política común europea de verdad, en la que no primen los nacionalismos, retorno que está comenzando a darse en la vieja Europa que dijo preocuparle mucho. Hay que rediseñar lo que queremos para que Europa se un interlocutor fuerte a nivel mundial, y pensar que la demografía de la vieja Europa es un factor preocupante, ya que sólo sumamos el 7% de la población mundial.

La parte del discurso sobre España estuvo muy interesante. “En España pasamos del optimismo más radiante a la melancolía más terrible casi sin darnos cuenta”. Defendió la figura de nuestro Presidente del Gobierno, diciendo entre otras cosas que aquellos que le pasaban la mano por la espalda, hoy intentan echarle la culpa de todo, y no es justo. Reivindicó la “marca España”, defendiendo que la potencia del País repercutirá directamente en la potencia de las Comunidades que lo componemos. En tono jocoso (pero serio) habló de la creación de la Comunidad 18, que sería la del Estado donde pondríamos el agua que se puede compartir, el almacén de residuos nucleares, etc. Debe haber cooperación entre las Comunidades y corresponsabilidad con el Gobierno. Aquí fue donde dijo una de las frases que mejor define a nuestro Presidente, “no están en juego los votos, sino el futuro”, y señaló que había que adaptar las estructuras administrativas creadas para tiempos de bonanza a los tiempos actuales de austeridad, exactamente igual que hacen las empresas, los hogares, etc.

Cuando habló de Extremadura no pudo evitar desprender el orgullo que siente por nuestra tierra. Comenzó siendo realista y crítico con la situación. “Yo me presenté ofreciendo 60.000 empleos y cuento 40.000 nuevos desempleados”. Pero es cierto, y allí dio los datos, que en Extremadura la caída ha sido menos brusca que en el resto de España. “Aquí ha habido Comunidades que tenían más vicio que una tomatera”. Guillermo señaló hacia donde se encamina la economía de nuestra Comunidad: las nuevas energías, el turismo, el comercio minorista y la importancia del cultivo. También se comprometió a apoyar la internacionalización de las empresas para llegar más lejos y a crecer codo con codo con Portugal. Hizo un alegato sobre la calidad de vida de la que disfrutamos en Extremadura, las posibilidades de nuestra Región, las estupendas comunicaciones de las que disponemos…vamos, que como decía antes, no pudo evitar sentirse orgulloso de ser extremeño.

Advirtió que la gente descontenta se aleja siempre más de la izquierda que de la derecha, y terminó con la que es ya una de nuestras frases de cabecera:”No son tiempos para la lírica, son tiempos para la épica”.

Este es mi resumen del discurso de Guillermo. Daré dos apuntes:

En mi mesa me acompañaban dos diputados extremeños (del PSOE y del PP) , dos andaluces, un castellano-manchego, un gallego, una valenciana, un madrileño, un catalán y Matilde Fernández. Y todos y todas, sin importar la procedencia ni el partido político, salieron encantados con Guillermo. Varios me dijeron que se habían quedado cortos los que les habían hablado de él, que les había impresionado muy gratamente. Incluso alguna llegó a decir que sin transmitir tanto como Juan Carlos, llega mucho mejor que él. Ojo al dato!!

El otro apunte es que al salir, el Ministro Chaves iba a mi lado y alguien le comentó “-Qué bien ha estado Guillermo!”, a lo que él contestó “-Si es que todo lo que ha dicho es de sentido común” , a lo que yo le digo a Chaves “-También tiene narices que el sentido común sea una novedad!” y Chaves responde “- Esa es la pena, que el sentido común sea una novedad!”.

Espero que este post os haya servido a los/as que no pudisteis estar allí para conocer lo que pasó el miércoles 10 de marzo en Madrid.

Un abrazo.

Carlos Trujillo